jueves, 6 de septiembre de 2012

Bendito aprendizaje



Se lo suele llamar “el pánico frente a la hoja en blanco” y es una sensación generalmente experimentada por escritores y periodistas. Lo contradictorio es sentirlo cuando ningún tipo de tarea conlleva la obligación de tener que escribir algo.
Pero obligación es diferente de necesidad, y entonces de pronto deja de sentirse como pánico, y se convierte en el esfuerzo que significa plasmar en palabras esas millones de ideas flotantes que pasean en uno durante el día. ¿Necesidad de qué? Necesidad es comer, es hacer pis, es abrigarse cuando hace frío. Expresarse también es una necesidad y esta contradictoria vida nos ofrece infinitas posibilidades para satisfacerla.
Lo maravilloso de estas contradicciones constantes es que nunca dejan de sorprendernos. Entonces llega ese momento en el que un cóctel de pensamientos y sentimientos bien sacudidos hace ruido adentro, y de pronto PUM. Afuera.
La manera en que son expulsados queda a gusto propio del agente ejecutor de la acción. Las hay clásicas, como ésta, que solo utilizó “lápiz y papel”. Las hay físicas, musicales, deportivas, verbales y hasta solo gestuales. Las mejores son las inesperadas, las espontáneas: las que sorprenden a su protagonista y a su alrededor cuando salen a la luz. En su gran mayoría están impresas en el cuerpo: el cuerpo habla, grita, exclama y calla todo el tiempo aquellos minúsculos (o enormes) e infinitos conceptos que se entrecruzan y se resignifican uno al otro, construyendo un único sentido cuyo tiempo y espacio son irrepetibles.
Personalmente intento encontrar qué sentido le estoy dando a estas líneas, y dentro de la coctelera el licuado es difícil de definir. Las ideas se contradicen y se complementan, se vuelven causa y consecuencia del accionar de cada día y provocan los más variados sentires. Pero de algo no hay duda, y es que cada formulación que junta esas ideas que tenemos adentro, que vemos en la calle, que escuchamos decir, que soñamos o imaginamos, forman un aprendizaje diario y eterno. Bendito aprendizaje.

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